Esta investigación surge con el propósito de descubrir la relación existente entre el pensamiento y la palabra en las primeras etapas del desarrollo filo y ontogenético.
Hemos tratado de demostrar que el método de análisis inspirado en semejante presunción está condenado de antemano al fracaso porque, para explicar las propiedades del pensamiento verbal como un todo, lo descompone en sus elementos –el lenguaje y el pensamiento-, ninguno de los cuales encierra las propiedades inherentes a un todo.
El significado de la palabra es a la vez un fenómeno verbal e intelectual.
El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento sólo en la medida en que el pensamiento está ligado a la palabra y encarnado en ella y viceversa, es un fenómeno del lenguaje sólo en la medida en que el lenguaje está ligado al pensamiento iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal o de la palabra con sentido, es la unidad del pensamiento y la palabra.
Desde el punto de vista de la antigua psicología, la relación entre la palabra y el significado es una simple relación asociativa, establecida gracias a la repetida coincidencia de la percepción de la palabra y la cosa denominada con esa palabra. La palabra recuerda a su significado con la misma exactitud con que el abrigo de una persona recuerda a esa persona o como el aspecto exterior de una casa recuerda a las personas que la habitan.
— Naturalmente, desde este punto de vista, la evolución del lenguaje en su aspecto semántico, el desarrollo del significado de las palabras resulta inexplicable e imposible. Esto se ha manifestado tanto en la lingüística como en la psicología del lenguaje del niño y del adulto.
— Ach intentó superar la asociación con ayuda de la tendencia determinante y la psicología de la Gestalt con ayuda del principio de la estructura, pero en una y otra se mantienen intactos los dos aspectos principales de la antigua teoría: en primer lugar, la suposición de que la relación entre la palabra y su significado es básicamente idéntica a cualquier relación entre objetos y, en segundo lugar, no contemplan la posibilidad de evolución del significado de la palabra.
— Lo mismo que para la antigua psicología, para la psicología de la Gestalt se mantiene en vigor la tesis según la cual el desarrollo del significado de la palabra termina cuando surge.
— El término “lenguaje moderno” o “endofasia” se aplica en literatura a los fenómenos más diversos. De ahí surge toda una serie de equívocos, ya que los investigadores discuten con frecuencia sobre cosas diferentes, designándolas con el mismo término. No hay posibilidad de reducir a un sistema cualquiera de nuestros conocimientos sobre la naturaleza del lenguaje interno si no intentamos antes poner en claro la terminología empleada.
— Las particularidades estructurales y funcionales del lenguaje egocéntrico aumentan con el desarrollo del niño. A los tres años, la diferencia entre el lenguaje egocéntrico y el comunicativo es casi nula. A los siete años nos encontramos un lenguaje muy diferente del lenguaje social del niño de tres años casi en todas sus particularidades funcionales y estructurales. Este hecho revela la progresiva diferenciación de las dos funciones del lenguaje y la separación del lenguaje para uno mismo y del lenguaje para los demás a partir de la función general indiferenciada desempeñada por el lenguaje en las edades tempranas.
Para Piaget, el lenguaje egocéntrico surge como consecuencia de la insuficiente socialización del lenguaje inicialmente individual.
— El estudio de la naturaleza psicológica del lenguaje interno con ayuda del método que hemos tratado de fundamentar experimentalmente nos ha conducido al convencimiento de que el lenguaje interno debe ser considerado no como un lenguaje sin sonido, sino como una función verbal completamente especializada y distinta en cuanto a su conformación y modo de funcionamiento.
Todos los estudiosos atentos del lenguaje interno, incluso desde el behaviorismo como Watson, señalaron esta particularidad como su rasgo central y característico.
Sólo aquellos autores que reducen el lenguaje interno a una mera reproducción del lenguaje externo en imágenes de la memoria consideran el lenguaje interno como el reflejo especular del externo.
— Un fenómeno similar se observa en el lenguaje egocéntrico del niño, con la única diferencia de que este fenómeno se desarrolla ante nuestros ojos, pasando de una edad a otra, de modo que a medida que el lenguaje egocéntrico se aproxima al lenguaje interno en el umbral de la edad escolar, llega a su máximo nivel.
— El examen de la lengua desde el punto de vista funcional, es decir, desde el punto de vista de las condiciones y objetivos de la expresión verbal, ha pasado a ocupar la atención de los investigadores. Lo esencial de la noción de Humboldt consiste en lo siguiente: las diferentes formas de lenguaje, distintas en cuanto a su objetivo funcional, tienen su propio léxico, su gramática y su sintaxis.
— Independientemente de la lingüística, la psicología del lenguaje nos conduce por otro camino a la misma necesidad de distinguir las diferentes funciones del lenguaje. En concreto, para la psicología del lenguaje, como para la lingüística, la distinción fundamental entre el diálogo y el monólogo es primordial. El lenguaje escrito y el lenguaje interior, con los cuales estamos comparando el lenguaje oral, son formas monológicas de lenguaje. En cambio, el lenguaje oral es casi siempre dialogado.
— El diálogo presupone siempre un conocimiento por parte del interlocutor del tema en cuestión. Esto, como hemos visto, permite las abreviaciones en el lenguaje oral y, en ciertas condiciones, los enunciados exclusivamente predicativos. El diálogo presupone también siempre la posibilidad de ver al interlocutor, ver su mímica facial y gestual, y escuchar su tono de voz. Todo ello facilita la comprensión con medias palabras, la comunicación a través de alusiones.
Hemos tratado de demostrar que el método de análisis inspirado en semejante presunción está condenado de antemano al fracaso porque, para explicar las propiedades del pensamiento verbal como un todo, lo descompone en sus elementos –el lenguaje y el pensamiento-, ninguno de los cuales encierra las propiedades inherentes a un todo.
El significado de la palabra es a la vez un fenómeno verbal e intelectual.
El significado de la palabra es un fenómeno del pensamiento sólo en la medida en que el pensamiento está ligado a la palabra y encarnado en ella y viceversa, es un fenómeno del lenguaje sólo en la medida en que el lenguaje está ligado al pensamiento iluminado por él. Es un fenómeno del pensamiento verbal o de la palabra con sentido, es la unidad del pensamiento y la palabra.
Desde el punto de vista de la antigua psicología, la relación entre la palabra y el significado es una simple relación asociativa, establecida gracias a la repetida coincidencia de la percepción de la palabra y la cosa denominada con esa palabra. La palabra recuerda a su significado con la misma exactitud con que el abrigo de una persona recuerda a esa persona o como el aspecto exterior de una casa recuerda a las personas que la habitan.
— Naturalmente, desde este punto de vista, la evolución del lenguaje en su aspecto semántico, el desarrollo del significado de las palabras resulta inexplicable e imposible. Esto se ha manifestado tanto en la lingüística como en la psicología del lenguaje del niño y del adulto.
— Ach intentó superar la asociación con ayuda de la tendencia determinante y la psicología de la Gestalt con ayuda del principio de la estructura, pero en una y otra se mantienen intactos los dos aspectos principales de la antigua teoría: en primer lugar, la suposición de que la relación entre la palabra y su significado es básicamente idéntica a cualquier relación entre objetos y, en segundo lugar, no contemplan la posibilidad de evolución del significado de la palabra.
— Lo mismo que para la antigua psicología, para la psicología de la Gestalt se mantiene en vigor la tesis según la cual el desarrollo del significado de la palabra termina cuando surge.
— El término “lenguaje moderno” o “endofasia” se aplica en literatura a los fenómenos más diversos. De ahí surge toda una serie de equívocos, ya que los investigadores discuten con frecuencia sobre cosas diferentes, designándolas con el mismo término. No hay posibilidad de reducir a un sistema cualquiera de nuestros conocimientos sobre la naturaleza del lenguaje interno si no intentamos antes poner en claro la terminología empleada.
— Las particularidades estructurales y funcionales del lenguaje egocéntrico aumentan con el desarrollo del niño. A los tres años, la diferencia entre el lenguaje egocéntrico y el comunicativo es casi nula. A los siete años nos encontramos un lenguaje muy diferente del lenguaje social del niño de tres años casi en todas sus particularidades funcionales y estructurales. Este hecho revela la progresiva diferenciación de las dos funciones del lenguaje y la separación del lenguaje para uno mismo y del lenguaje para los demás a partir de la función general indiferenciada desempeñada por el lenguaje en las edades tempranas.
Para Piaget, el lenguaje egocéntrico surge como consecuencia de la insuficiente socialización del lenguaje inicialmente individual.
— El estudio de la naturaleza psicológica del lenguaje interno con ayuda del método que hemos tratado de fundamentar experimentalmente nos ha conducido al convencimiento de que el lenguaje interno debe ser considerado no como un lenguaje sin sonido, sino como una función verbal completamente especializada y distinta en cuanto a su conformación y modo de funcionamiento.
Todos los estudiosos atentos del lenguaje interno, incluso desde el behaviorismo como Watson, señalaron esta particularidad como su rasgo central y característico.
Sólo aquellos autores que reducen el lenguaje interno a una mera reproducción del lenguaje externo en imágenes de la memoria consideran el lenguaje interno como el reflejo especular del externo.
— Un fenómeno similar se observa en el lenguaje egocéntrico del niño, con la única diferencia de que este fenómeno se desarrolla ante nuestros ojos, pasando de una edad a otra, de modo que a medida que el lenguaje egocéntrico se aproxima al lenguaje interno en el umbral de la edad escolar, llega a su máximo nivel.
— El examen de la lengua desde el punto de vista funcional, es decir, desde el punto de vista de las condiciones y objetivos de la expresión verbal, ha pasado a ocupar la atención de los investigadores. Lo esencial de la noción de Humboldt consiste en lo siguiente: las diferentes formas de lenguaje, distintas en cuanto a su objetivo funcional, tienen su propio léxico, su gramática y su sintaxis.
— Independientemente de la lingüística, la psicología del lenguaje nos conduce por otro camino a la misma necesidad de distinguir las diferentes funciones del lenguaje. En concreto, para la psicología del lenguaje, como para la lingüística, la distinción fundamental entre el diálogo y el monólogo es primordial. El lenguaje escrito y el lenguaje interior, con los cuales estamos comparando el lenguaje oral, son formas monológicas de lenguaje. En cambio, el lenguaje oral es casi siempre dialogado.
— El diálogo presupone siempre un conocimiento por parte del interlocutor del tema en cuestión. Esto, como hemos visto, permite las abreviaciones en el lenguaje oral y, en ciertas condiciones, los enunciados exclusivamente predicativos. El diálogo presupone también siempre la posibilidad de ver al interlocutor, ver su mímica facial y gestual, y escuchar su tono de voz. Todo ello facilita la comprensión con medias palabras, la comunicación a través de alusiones.
Hecho por: Jose Carlos Gonzalez Huerta. AUTOR: VYGOTSKY (1982)
Laura Jazmin Delgado Contreras.
Yesenia Delgado Contreras.
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